La Ilustre Municipalidad de Navidad, a través de la Dirección de Desarrollo Económico, junto a la Universidad de Chile y su Proyecto Hierbas de Mar, convocó a la 3a Jornada anual de Sensibilización para la Valorización de las Algas y el Oficio Alguero.
Exitosa instancia que reunió a autoridades, academia, organizaciones locales y comunidad para reflexionar sobre el potencial social, económico, cultural y ambiental de las algas en el desarrollo del territorio costero.
Navidad, comuna ubicada en la costa de la Región de O’Higgins, es reconocida por su carácter rural marino-costero, estrechamente vinculado a la agricultura familiar y la pesca artesanal. De los 8 mil habitantes, más del 60 % se dedica a las algas o al buceo, es decir, sus economías están vinculadas al mar.
La tradición del borde costero indica que históricamente son las mujeres quienes salen con sus hijos a recolectar algas, mientras que los hombres apoyan con la carga, traslado y comercialización del recurso, que constituye una importante fuente de ingresos.
La comuna cuenta con una planta procesadora de algas pionera en Latinoamérica, administrada por Cecilia Masferrer, quien posee casi 20 años de trayectoria como presidenta de la Federación de Pescadores, Buzos Mariscadores y Algueros de Navidad (FEPANAV).
Los inicios de esta organización se remontan al patio de su casa, donde comenzaron a innovar en cortes de cochayuyo y a envasarlos en bolsas, formatos que agregaban valor a la producción y se diferenciaban del tradicional rollo presente en las ferias libres.
Como recuerda Masferrer: “Hace 20 años no teníamos nada y hemos avanzado en infraestructura y equipamiento hasta contar con una planta de procesamiento que nos permite un mejor manejo y diversificación del producto. Hace 5 años con suerte procesábamos 100 kilos, hoy llegamos a los 1.000 kilos semanales. Ahora tenemos maquinarias que nos permiten mejores cortes y volumen”.
Agrega que “en cuanto a productos, el convenio con la universidad nos ha permitido aprender más sobre las cualidades de las algas y la variedad de usos que podemos darles como, por ejemplo, al calabacillo, un alga que convertimos en polvo y que se ocupa como aglutinante, o el mix de 4 algas – cochayuyo, calabacillo, luche y luga – que se hace tanto en polvo como escarcha muy fina, y que permite sazonar, mezclar o hacer hummus.”
¿Cuál es el desafío pendiente? “Necesitamos despertar a los chilenos para que consuman algas, es decir, ampliar el mercado nacional. Pero el mayor desafío es encontrar mercados y acortar las brechas de la exportación. Logramos llegar a Expo Milán y Alimentaria en España comprobando que el interés era tremendo, hasta teníamos apoyo de ProChile, pero topamos con los tratados internacionales”, responde la misma Cecilia.
Así mismo, señala que “la comercialización es nuestro talón de Aquiles porque sabemos el valor de nuestro producto, pero las normativas nacionales e internacionales son tan complejas que se nos han cerrado mercados como Alemania y Nueva Zelandia porque no tenemos PAC – Programa de Aseguramiento de la Calidad – que no solo tiene un costo elevado para nosotros pues cuesta entre 12 y 14 millones de pesos, sino que el mayor problema es que el instrumento está hecho para productos bentónicos por igual, siendo que es muy distintos procesar locos – que necesitan humedad y frío – a procesar algas. Yo necesito calor y lo que menos necesito es humedad”.

Emprendimiento femenino e innovación: la receta de Hierbas de Mar.
Paulina Larrondo, psicóloga, académica del departamento de Educación en Ciencias de la Salud y directora del Proyecto Hierbas de Mar de la Universidad de Chile, fue una de las expositoras de la Jornada enfatizando que la valorización de las algas requiere un enfoque transdisciplinario que integre salud humana, animal y planetaria.
Relevó además los avances logrados desde el 2022 junto a la Federación de Pescadores Artesanales de Navidad, alcanzando a más de 4.000 personas en las regiones IV, V y Metropolitana. En ese sentido reconoce que Hierbas de Mar ha sido una tremenda oportunidad y un gran desafío: reunir miradas diversas sobre las algas y construir una hoja de ruta que responda realmente a las necesidades de los territorios.
“Para mí las algas tienen un valor personal y ancestral; son un patrimonio culinario que se perdió y que hoy queremos recuperar con innovación y sentido. Este proyecto también tiene un fuerte foco en el emprendimiento femenino, porque me moviliza acompañar a mujeres hacia su autonomía económica, especialmente en comunidades rurales que suelen quedar fuera del desarrollo. En ese sentido, Hierbas de Mar tiene la voz de las algueras. Esa ha sido nuestra carta de navegación. Por su parte, desde la Universidad buscamos aportar conocimiento en salud, alimentación y ciencias, y la gastronomía es el puente natural: une a las personas y nos devuelve un alimento noble, único y necesario en un momento en que casi nadie cocina. Queremos reactivar esa tradición y abrir nuevas oportunidades para la costa y para Chile.”
El potencial nutricional, científico y cultural de las algas
La Dra. Lorena Rodríguez, directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, también intervino en el ciclo de exposiciones abordando el desafío de integrar las algas a la alimentación cotidiana desde una mirada de salud pública. Destacó su potencial nutricional y el rol de la producción sustentable en los sistemas alimentarios.
Posteriormente, la Dra. María Elena Lienqueo profundizó en el potencial científico e industrial de las algas, describiendo su uso en biorefinería, biocombustibles, cosméticos, bioplásticos y otros desarrollos tecnológicos emergentes. Señaló que aún existe un amplio campo por explorar respecto de especies y nuevas aplicaciones, lo que abre oportunidades para la innovación y la diversificación productiva.
Desde el ámbito nutricional, la nutricionista Paola Cáceres expuso los beneficios de las algas según su variedad, destacando su aporte en fibra, omega 3, proteínas y micronutrientes esenciales. Indicó que son un complemento saludable y sostenible para la dieta, especialmente en el contexto de la transición hacia sistemas alimentarios más responsables con el medio ambiente.
Complementariamente, durante la jornada se destacó la dimensión cultural, turística y ancestral del oficio alguero, así como los desafíos que impone el cambio climático sobre los ecosistemas marinos y los medios de vida tradicionales.

Algueros y academia
Tras varios encuentros de capacitación a lo largo del año y un contacto directo entre los diversos académicos y las organizaciones de algueros y autoridades de Navidad desde que comenzó el proyecto Hierbas de Mar el 2022, la valoración es altamente positiva. Por una parte, la Universidad eligió trabajar con las Algueras de Navidad porque allí existía una práctica sostenible ejemplar y un liderazgo comunitario notable.
Por otra, los productores de algas reconocen que relacionarse con la Universidad los coloca en otro nivel de conversación a la hora de comercializar y también les permite educarse, conocer mejor el valor del producto que tienen y hasta comercializarlo en mejores condiciones.
“Nuestra relación con cada uno de las y los académicos ha sido fluida, un compartir de saberes. Nosotros somos simples algueros y gracias a ellos estamos mejor preparados para enfrentar un mercado muy exigente. Respecto a esta Jornada, quedé muy entusiasmada porque me di cuenta de que aún hay mucho por aprender”, señaló Cecilia Masferrer.
El trabajo de Algueros de Navidad con Hierbas de Mar ha permitido conocer mejor el valor y los procesos de las algas para obtener un producto de mejor calidad. Por ejemplo, desde la FEPANAV han mejorado la etapa de deshidratación, aprendiendo a controlar el sol bajo un efecto invernadero para que las algas conserven sobre el 70 % de los nutrientes.
Actualmente, Algueros de Navidad produce algas procesadas como cochayuyo, luche, luga y calabacillo en distintos formatos: harina, trozado y mix de algas.
En paralelo, se están realizando pruebas piloto en el ámbito agrícola a través de la Biofábrica Municipal. La FEPANAV recibe asesoría permanente de distintas entidades público-privadas, entre ellas la Universidad de Chile mediante el Proyecto Hierbas de Mar, el Gobierno Regional y diversas entidades como Culinary, Junaeb, Embajada de Países Bajos y el Municipio de Navidad.
Más información en @algasdemar y/o @muninavidad
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